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Rumba Cubana

Rumba  Cubana

 

Hola a todos y a todas, hoy les presento un nuevo blog de un destacado músico de origen cubano, actualmente uno de los integrantes de la exitosa agrupación Habana Blues Band, surgida a raíz del éxito de la película homónima.

Sitio, que como expresara su autor, huele a Malecón habanero y a la mejor rumba cubana, esa que se toca y se baila con el corazón en cualquier escenario del mundo.

La dirección es: http://rumbacubana.blogia.com

Mucha suerte en el 2007, nos vemos.

 

 Lirio José Martí: singular ofrenda al Héroe Nacional de Cuba 

Por sabiduría o capricho de la naturaleza, cada mes de mayo florece en este extremo del país, el lirio José Martí, uno de los más sui géneris homenajes al Héroe Nacional de Cuba.

La curiosa variedad es fruto de la imaginación del famoso horticultor japonés Kenji Takeuchi, ya fallecido.

La flor, identificada  entre muchas por sus abultados pétalos blancos, es un híbrido obtenido a partir de dos especies endémicas de la isla mediante la técnica botánica convencional.

El Orquideario de Soroa abriga a la curiosa planta, cuyas flores asoman justamente en el mes en que los cubanos recuerdan la caída en combate del patriota en busca de la libertad de la Isla.

En este sitio perecieron numerosas especies antes de la llegada de Takeuchi, a mediados del siglo  pasado, con amplio dominio de las técnicas de cultivo.

A sus manos de artífice debemos el diseño y creación de los peculiares jardines, monumento natural a la llamada aristócrata de las flores.

Pero sin dudas, una de sus más originales obras fue el lirio José Martí que se integró a la abundante vegetación de la zona en 1953, cuando se cumplían cien años del natalicio del maestro.  

Desde entonces, el lirio sobresale por su inconfundible apariencia nívea en las cimas de Soroa, donde crece de forma silvestre, como tributo al Héroe Nacional de Cuba. ap

Cuba: fiesta de orquídeas y escapularios en la Sierra del Rosario

Por Adalys Pilar Mireles 

La floración de las orquídeas engalana por estos días a la Sierra del Rosario, la más antigua reserva de la biosfera de Cuba, que en los meses de abril y mayo muestra todo su esplendor.

Junto al copioso florecimiento de la “dama del reino vegetal”, el pájaro carpintero escapulario prepara sus nidos para perpetuar la curiosa subespecie, típica de estas cimas del occidente cubano.

La proximidad del período estival favorece la aparición de millares de flores en ese macizo, situado a unos 70 kilómetros de La Habana. En esta región se encuentra el Orquideario de Soroa, mayor jardín de su tipo en el país, que abriga a unas 700 especies de las más diversas latitudes.

El vergel, con más de medio siglo de fundado, cobija a plantas exclusivas de la zona, que se reproducen allí de forma natural y mediante los procedimientos de la biotecnología vegetal.

Mientras las orquídeas lucen sus retoños, el animalito de unos 20 centímetros, prepara su morada en el interior de los troncos de los árboles, de cuyos orificios extrae larvas e insectos que les sirven de sustento.

Se trata de una variedad endémica de Cuba, el colaptes auratus chrysocaulosus, que puede verse con relativa facilidad en esas alturas, aunque resulta escasa en el resto de Cuba.

El pájaro sobresale entre la floresta del sitio, donde habitan más de cien especies de aves, por su peculiar hábito de agujerear los arbustos del lugar, refugio de unas 800 especies botánicas.

El nombre de Escapulario lo debe al adorno negro de su pecho en contraste con una garganta vino y las tonalidades pardo cenizas del cuerpo. Este ejemplar, uno de los tesoros del archipiélago, pertenece a una familia de más de 200 especies, reconocida por sus habilidades para trepar árboles y perforar la madera para obtener alimentos.

En la Isla vive también el carpintero real, cuyas poblaciones crecen en regiones como la Ciénaga de Zapata, el mayor humedal del caribe insular y en la Península de Guanahacabibes, situada en el límite oeste del país.

La estación primaveral adorna a la Sierra del Rosario, que reluce con el colorido de sus orquídeas y el revoloteo de los escapularios en busca de los mejores sitios para anidar. ap

Además de las bellezas naturales que cobija, Pinar del Río es una suerte de museo prehistórico donde subsisten vestigios de añejas especies vegetales y animales y huellas de los primeros hombres que poblaron este extremo de la Isla.

Con más de 700 sitios arqueológicos, esta región es una suerte de museo del aborigen mesolítico antillano, al cobijar el mayor reservorio de esa comunidad en el área del Caribe.
Los vestigios de estas poblaciones son muy escasos pues hasta ahora se localizan solamente en esta región y en otras tres localidades de países vecinos, aseguran arqueólogos locales.      
En grutas, llanuras y elevaciones afloran las huellas de los antiguos asentamientos que sirvieron de refugio o sitio habitacional a esos hombres calificados como cazadores, pescadores, recolectores.
Estas sociedades, las más atrasadas de La Isla, no conocían la agricultura ni la alfarería y sobrevivían exclusivamente
mediante la apropiación de los recursos ofrecidos por la naturaleza.
En la península de Guanahacabibes, en el límite oeste de la nación, subsiste un número significativo de lugares donde asoman los restos de alimentos e instrumentos de trabajo pertenecientes a los indígenas que poblaron la zona unos cuatro mil años atrás.
En la apartada demarcación aparecieron indicios de su presencia en puntos cercanos a la costa y fundamentalmente en las abundantes cavernas de la llanura cársica, exploradas  por los científicos que intentan descifrar secretos sobre el modo de vida de tan remota civilización.
Entre los laberintos de los sistemas cavernarios yacen gubias de concha, majadores y otras pruebas de su estancia en tan agrestes parajes, que los cobijaron de las inclemencias del tiempo y más tarde de los rigores de la colonización.
Viñales es otro de los territorios que resguarda importantes descubrimientos.
En el municipio, conocido internacionalmente por la belleza de sus valles intramontanos, existen unos 70 sitios –la mayoría de ellos bien preservados- que acogieron a estas agrupaciones.
Los estudios en esas localidades demuestran las hipótesis acerca de sus hábitos nómadas o frecuentes migraciones en dependencia de las condiciones climatológicas y los recursos naturales disponibles en cada estación.
Otra de las conclusiones es la presencia de los denominados mesoindios en los más diversos paisajes, entre ellos varias sabanas, espacios considerados de alto valor.
Uno de los más curiosos es un asentamiento de unos 3 mil a 2 mil años de antigüedad descubierto accidentalmente en la llanura sur de Pinar del Río.
Los primeros indicios surgieron cuando un campesino del barrio El Palenque, en Consolación del Sur ( a unos 160 km de La Habana ) extrajo los  fragmentos de concha y moluscos marinos mientras iniciaba la labranza de la tierra, destinada al cultivo del tabaco.
Análisis posteriores confirmaron que en la explanada se conservan aún dos áreas de habitación empleadas por un grupo de unas 150 personas (más de la mitad niños) explicó Enrique Alonso, Doctor en Ciencias Históricas a cargo de las pesquisas.
Cubiertos por cuatro centímetros de sedimentos fluviales, se hallaron las evidencias de la estancia en la extensa planicie durante al menos tres siglos, salvo en época lluviosa cuando emigraban a las montañas para evadir las inundaciones.
Parte del ajuar de trabajo como majadores, además de piedras tintóreas supuestamente empleadas para la decoración de su cuerpo, emergen del suelo una vez iniciadas las excavaciones.
Dentro de la superficie que ocupaba el antiguo campamento se encontraron también dos osamentas humanas que se estima pertenecieron a dos jóvenes de sexo masculino.
La exploración reveló la distribución habitacional en forma de anillos: al centro el lugar de las fogatas, después el de preparación de los alimentos,  más distante el empleado para la confección de los instrumentos y el último reservado al descanso.
A través de los restos de animales encontrados (jutía, jicotea, moluscos marinos) podemos inferir no sólo lo que comían sino el conocimiento que  poseían acerca de las bondades de la naturaleza para poder subsistir sin ningún empleo de la agricultura, comentó Alonso.
Agregó que el llamado atraso de los habitantes de esta región es relativo pues a pesar de definirse como arcaicos con una economía exclusivamente de apropiación, demostraron un amplio dominio de la dialéctica de su entorno.
La presencia de representantes del mundo marino indica que realizaron grandes desplazamientos por grupos, presumiblemente a través de los ríos cercanos para alcanzar la costa distante de allí unos 20 kilómetros, lo que demuestra el principio de la exploración continua a ellos atribuido.
Estos vestigios ocultos por años revelan la azarosa vida de las comunidades que vivieron aquí en la época precolombina, cuyo lugar exacto de procedencia es aún un enigma.
Desentrañar los acertijos del pasado nos permite comprender mejor el principio y fin de nuestros lejanos antecesores, diezmados por la conquista y colonización o absorbidos por el mestizaje desatado a partir de entonces.
ap
 
 
 
 

 

 Cubanos de luto por muerte de Pío Leyva, "el montunero"

La música cubana se viste de luto este jueves 23 de marzo por el fallecimiento de Pío Leyva, conocido como “El Montunero”, voz antológica, intérprete carismático y dueño absoluto de los escenarios de la canción popular durante más de cinco décadas.
Si bien resulta casi imposible precisar en el tiempo la paternidad interpretativa del son montuno, no es menos cierto que Wilfredo "Pio Leyva" Pacual (Morón, Cuba 1917) fue uno de sus principales exponentes y, sin duda alguna, se encuentra entre los artistas más disqueros de la música cubana.

Desde su debut profesional en 1932 como cantante del Conjunto Caribe, de Juanito Blez, el autor de "Francisco Guayabal" se convirtió en figura clave para la época dorada de los grandes conjuntos; junto a Benny More, Compay Segundo, Roberto Faz, Aragón, Mariano Mercerón, Conjunto Caney y Riverside, entre otros, se establecio definitivamente en la gran escena respaldado por una aclamada lista de éxitos: Cocaleca, Cangrejal, Montuno Sibanicú.

Decenas de sus discos inundaron los mercados de Cuba, Venezuela, Panamá, México y Republica Dominicana; su indeclinable popularidad a prueba del tiempo y olvido está sustentada por más de medio siglo de quehacer artístico.
 

 

Pinar del Río: joya de la espeleología cubana

Pinar del Río: joya de la espeleología cubana

Por Adalys Pilar Mireles

Conocida como la capital del carso cubano, esta occidental provincia acoge cada año a científicos y espeleólogos de varias naciones que intentan develar los secretos del mundo subterráneo.

En el municipio de Viñales (a unos 160 kilómetros de La Habana) que posee las mayores grutas de la Isla, son frecuentes las expediciones internacionales en busca de mayores conocimientos acerca de estas formaciones, hábitat de valiosas especies de la flora y la fauna.

Entre los visitantes sobresalen los grupos procedentes de Italia, que han desarrollado más de una decena de viajes hacia el interior de esas espeluncas.

Durante casi una décadas, las principales pesquisas estuvieron dirigidas a la gran caverna de Santo Tomás, de unos 46 kilómetros explorados, la cual clasifica entre las mayores de América Latina.

Este sistema cavernario abriga en sus más de 30 grutas reliquias botánicas, restos de animales prehistóricos y tesoros arqueológicos que datan de unos cuatro mil años.

Descubrimientos realizados en sus cavidades demuestran que la extensa cueva estuvo poblada por los primeros hombres que vivieron en esta región varios milenios atrás.

Los aborígenes de este extremo de Cuba, denominados Guanahatabeyes (cultura agroalfarera) dejaron a su paso abundantes pinturas rupestres llenas de motivos antropomorfos, zoomorfos y geométricos.

En estrechos pasadizos, salpicados por cauces subterráneos, se hallaron entierros humanos que confirmaron la antigüedad de la primitiva comunidad.

Este lugar sirvió nuevamente como sitio de habitación varios siglos después para cobijar a los cimarrones (negros huidos) que escapaban de los rigores de la esclavitud.

En Santo Tomás aparecieron fragmentos de mamíferos gigantes ya desaparecidos como el megalocnus rodens junto a huesos de criaturas extintas del grupo de los desdentados, actualmente investigados por científicos locales.

El tocororo, ave nacional, es uno de los pájaros que se refugia en la vegetación de la zona, además del gavilán de monte (en peligro de extinción) jutías, reptiles y moluscos como las vianas (pequeños caracoles de vivos colores).

En el interior de la gruta se encuentra la columna más alta del archipiélago, sobresale también por sus curiosas formaciones de estalagmitas y estalactitas en el suelo y en la parte superior.

Palmarito es otra de las grandes cavidades del territorio, famoso por las deslumbrantes vistas de sus valles intramontanos.

Pero junto a sus grutas de grandes dimensiones, la demarcación atesora otras pequeñas e igualmente llamativas como la Cueva del Indio, que se formó por el paso de corrientes subterráneas provenientes del río San Vicente.

Un rostro aborigen sugerido por los contornos de una gran roca dio nombre al sitio, recorrido diariamente por centenares de personas de las más distantes latitudes.

Por el encanto de sus paisajes y sus curiosidades científicas, Viñales es uno de los parajes más visitados de esta región, pródiga en bellezas naturales y suerte de santuario de la espeleología cubana.

  ap

Quisiera perpetuar el homenaje a todas y todos los que se aman en la distancia, a los hidalgos y Dulcineas que confían en el amor sin barreras, pero se acerca el Ocho de Marzo y como bien sugería una amiga, no debemos esperar para hablar de las mujeres, mucho menos de aquellas que en diferentes épocas y desde distintos ámbitos han dejado su aroma en el tiempo. Así que con permiso de los enamorados, no los reemplazo, sólo los pospongo hasta un muy próximo encuentro.

En diversas latitudes varias colegas rescatan la memoria de algunas mujeres que sobresalieron por sus luchas a favor de los derechos de las féminas, en Cuba ese movimiento tuvo su génesis en la guerra contra el colonialismo español.

No fueron pocas las cubanas que dejaron atrás las comodidades de sus hogares y el calor de sus pequeños para entrar a la espesura y unirse a las tropas que lucharon, con armas muy rústicas pero sobrado valor, contra la metrópoli.

Entre las mambisas que recorrieron las maniguas de la Isla sobresale la pinareña Isabel Rubio, quien desafió los riesgos de la contienda bélica y la intemperie, a pesar de sus 59 años.

Familiares y amigos le aconsejaban el exilio por su avanzada edad y por lo muy vigilada que estaba. Pero ella respondía invariablemente. "Necesito practicar lo que propagué".

Sus conocimientos de farmacopea le permitieron curar a numerosos heridos en hospitales improvisados en las selvas de la región más occidental del país.

Isabel tomó de su farmacia personal cuantos medicamentos creyó necesarios para equipar los sanatorios ambulantes, erigidos en los sitios más inaccesibles.

Fue Capitana de Sanidad del Ejército Libertador y tuvo bajo su mando a 40 hombres entre camilleros, asistentes, otro personal y los escoltas.

Más que “practicar lo ideales que propagó”, la insigne patriota defendió con su propio cuerpo a los desvalidos que tenía bajo su amparo cuando fueron sorprendidos por las tropas enemigas.

“No disparen que sólo hay mujeres, niños y enfermos”, gritó la capitana, pero la descarga no se hizo esperar.

Con una herida en una pierna fue trasladada en una carreta por caminos casi intransitables para que recibiera los primeros auxilios,  pero el azaroso viaje y la gravedad de la lesión ocasionaron su fallecimiento el 15 de febrero de 1898.

A más de un siglo de su muerte, su nombre evoca la valentía de aquellas mujeres que pernoctaron al abrigo de la espesura, que cuando no tuvieron con que curar, buscaron hierbas por los campos, deshicieron sus sábanas para fabricar hilas y vendajes y convirtieron en harapos sus mejores vestidos.

 

La fiesta del maíz: tributo y tradición.

Por Adalys Pilar Mireles

Pinar del Río, Cuba. El maíz, motivo de adoración de los pueblos más primitivos de América, es venerado por los pobladores de una apartada localidad de esta Isla, tanto como lo hicieron los hombres del valle mexicano de Tehuacán en tiempos lejanos.

El origen de la planta sigue siendo un misterio, aunque evidencias arqueológicas demuestran que era el alimento básico de las culturas americanas antes que los europeos llegaran al Nuevo Mundo.

Análisis realizados por el método del Carbono 14 con espigas encontradas en varias cuevas indican que uno de los tipos del cereal era consumido en México unos siete mil años atrás.

Por la tradición oral y otras pruebas paleobotánicas se conoce que sus distintas variedades merecían en tiempos precolombinos el respeto religioso de las más antiguas comunidades del continente.

Muchos siglos después, los habitantes de Montezuelo (Mantua) en el extremo occidental de Cuba, rinden culto al vegetal de la familia de las gramíneas, que descuella por sus propiedades nutritivas.

Tras cada cosecha tabacalera, los pobladores de la zona evocan la génesisde su cultivo y el lugar preponderante del rico alimento desde su empleo como medio de sustento por las comunidades aborígenes de la Mayor de las Antillas.

Cada agosto invita al jolgorio a los vecinos del lugar cuyos ancestros crearon la Fiesta del Maíz en una fecha aún sin precisar. En la celebración abundan las recetas y todas tienen como base fundamental la planta, cosechada por los hombres de este sitio, que debe su nombre a navegantes italianos (procedentes de Mantova) quienes naufragaron en las costas de ese extremo del archipiélago.

Mientras en los hogares se prepara el convite, los más pequeños disfrutan de distintos juegos, una vez listos los manjares, un jurado selecciona a los mejores. El grano amarillo se emplea en la cocina de múltiples formas: cocido, asado, guisado, macerado, tostado, en harina, en tortilla o en requesón, y se estima que sus derivados tienen más de tres mil usos.

Cada verano se rinde culto aquí a ese alimento, venerado por los indígenas americanos y muy extendido en la actualidad cuando se aprecia no sólo como un exquisito plato sino también como una de los tesoros de la civilización humana.

ap

Un diplomado sobre perspectiva de género y comunicación me ha mantenido un poco atareada por estos días pero ya vuelvo con otras estampas de mi isla.

El beso del mundo silvestre

Por Adalys Pilar Mireles

Pinar del Río, Cuba. Bautizada como la Catedral Natural de Cuba por la exhuberancia de su floresta y la diversidad de su fauna, esta occidental provincia es admirada también por el embrujo de sus paisajes y la virginidad de sus ecosistemas.
Los habitantes de esta región se enorgullecen de las riquezas botánicas que habitan en este extremo del archipiélago, donde el 11 por ciento de las plantas son autóctonas.
Sin dudas, uno de los mayores encantos vegetales de la región es la añeja palma corcho, fósil viviente declarado monumento nacional por ser uno de los escasos sobrevivientes del período jurásico en La Isla.
Entre sus colinas de extrañas configuraciones, pueden apreciarse ejemplares como el ceibón, el roble caimán, árboles caducifolios, arbustos muy leñosos y otros carnosos.

VIÑALES

Declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad,
por la preservación de antiguas formas de labranza, entre otras tradiciones, Viñales abriga un peculiar vergel con miles de ejemplares de diversas latitudes.
En el jardín de Caridad, una anciana de 84 años de edad, crecen rosas, jazmines, variedades frutales, maderables y medicinales, que resistieron violentos cambios climáticos.
Para asombro de muchos, en la actualidad conviven en franca armonía ejemplares oriundos de las más diversas naciones, con curiosos representantes de la flora cubana.
El frondoso patio es visitado por centenares de personas cada día, que se cobijan a la sombra de un universo de colores y fragancias y bajo la mirada de vetustos mogotes cuya antigüedad supera los 65 millones de años.
Muy cerca de allí reposa el famoso Valle de Viñales, tal vez uno de los sitios naturales más célebres de Cuba, que ha recorrido el mundo en los lienzos de afamados pintores.
En su interior se erigen las elevaciones de cimas redondas y laderas verticales cuyas cavidades y riachuelos conforman uno de los más importantes sistemas cavernarios de La Mayor de las Antillas.
Las grutas clasifican como relevantes conjuntos espeleológicos, explorados por expediciones internacionales que buscan en sus pasadizos secretos de la civilización humana y de la evolución geológica del planeta.

SOROA

Más al este, en la Sierra del Rosario (la primera reserva de la biosfera de la nación antillana) se levanta el Orquideario de Soroa, mayor coleccionista de su tipo en el país.
El centro científico, a unos 70 km de La Habana, exhibe unas 700 especies de la llamada aristócrata de las flores, a sólo metros del salto de agua del río Manantiales, conocido como el Arcoiris de Cuba.
A determinadas horas del día confluyen en la fuente los siete colores del espectro por el reflejo de los rayos solares.
Pero en el reino animal, el endemismo alcanza el 50 por ciento.
Entre la fauna del macizo montañoso destaca una de las ranas más diminutas del mundo y se han reportado alrededor de 70 tipos de aves, varias de ellas autóctonas.
Dentro de las serranías, sobresale Las Terrazas, una sui géneris comunidad que abarca unas cinco mil hectáreas.
La demarcación protagoniza un proyecto de economía rural sostenible, basado en la explotación turística racional de las riquezas del entorno.
Con una singular arquitectura, el hotel Moka se abraza a una ceiba centenaria y promueve la observación de las especies voladoras y de los numerosos encantos de las alturas.
Especial atractivo aportan a la zona las ruinas de antiguos cafetales franceses del siglo XIX.

GUANAHACABIBES

La península de Guanahacabibes, en el límite oeste del país, es considerada uno de los mayores corredores de aves migratorias del área caribeña.
La posición geográfica de este paraje, bañado por las aguas del Golfo de México, propicia la llegada de numerosas especies durante sus tránsitos del continente norte al sur y en el sentido opuesto.
Las aves migratorias de invierno, que provienen de Estados Unidos, son más abundantes y arriban a la extensa llanura cársica a partir de septiembre, donde permanecen hasta los primeros días de noviembre.
En la actualidad, científicos cubanos y de otras naciones precisan el destino final del vuelo, después una corta estancia en la mayor de las Antillas.
Por esos y otros regalos de la naturaleza, al recorrer sus llanuras o cimas, o sus extensas galerías subterráneas muchos disfrutan el abrazo del mundo silvestre, y de vetustos testigos de épocas inmemoriales.

Mil Cumbres: oasis al oeste de Cuba

Mil Cumbres: oasis al oeste de Cuba

A salvo de la extinción y bajo el amparo de las cimas, miles de variedades vegetales y más de un centenar de especies de la fauna, sobreviven en una de las áreas protegidas de Pinar del Río.

   La zona conocida como Mil Cumbres, que se extiende por tres municipios de esta región, abriga a unos 135 tipos de aves con un alto índice de endemismo, las que encuentran refugio en la floresta del elevado paraje.


   Entre la vegetación de estas montañas destacan los bosques semideciduos, pinares y las plantas típicas de los mogotes, entre otros representantes del universo verde que cubre las serranías de esta demarcación.


   A la sombra de los macizos y en uno de los más importantes orquidearios de este extremo del país, viven 49 especies de la abundante familia, dos de ellas exclusivas de este punto de la geografía cubana.


   La reproducción de la llamada aristócrata de las flores está asegurada mediante su cultivo en umbráculos especiales y la multiplicación de los ejemplares mediante los procedimientos biotecnológicos.


   Allí crece una de las mayores poblaciones de palma corcho de La Isla. La añeja planta es considerada un fósil viviente pues sus orígenes datan del período jurásico. 
 

   El conteo y observación sistemática de los pájaros junto a la obtención de alimento animal para la fauna silvestre, entre ellos los venados, son algunas de las acciones para preservar las reliquias naturales de este sitio.

   Otra de las medidas es la creación de viveros con las especies endémicas y las que corren riesgo de extinción.
  
   La vigilancia de los mantos boscosos para impedir el saqueo de sus valores y protegerlos de desastres naturales como los incendios, es otra de las prioridades de los especialistas encargados de la conservación del sitio.

   La estrategia para el cuidado de Mil Cumbres incluye la protección de los suelos, por ese motivo los caminos tienen en sus laderas barreras de contención construidas con piedras y residuos vegetales, para evitar arrastres y la erosión.
  

   Con unas 17 mil hectáreas de superficie, está considerada como una de las mayores reservas de su tipo en Pinar del Río ( a unos 140 km de La Habana), donde existen más de 30 áreas protegidas.
 ap  

El recuerdo de Polo Montañés acompaña a muchos cubanos. Tras su fallecimiento a consecuencia de un accidente automovilístico, en su tierra natal  preservan sus más preciados legados y rescatan algunas de las melodías que compuso y no tuvo tiempo de interpretar.

Entre colinas y aromas del monte nació la historia de Polo Montañés, de la tierra brotó su voluntad y del amanecer guajiro, la magia de sus canciones. Sus manos delatan su origen y sus letras, los sueños de más de cuatro décadas.

 
Mirando y escuchando, aprendió a hacer melodías,  en un acordeón pequeño vio surgir  los primeros sonidos y en un intrincado valle encontró su destino y su principal fuente de inspiración.
 
Junto a su padre, con su guitarra campesina de tres cuerdas dobles, recorrió todos los sitios cercanos al Brujito,  pueblo de nombre mítico donde vivió hasta la adolescencia.
 
Al principio, los cueros de las tumbadoras, fueron su gran  pasión. Más  tarde, a los doce años entonaba las letras de tonadas campestres y poco después ya era el líder del grupo de la familia, que amenizaba serenatas, cumpleaños y despedidas por las abruptas  serranías del occidente de Cuba.
 
Desde entonces la música fue su inseparable compañera en las noches de guateques  y su mejor bálsamo tras largas jornadas de trabajo como machetero en los cortes de caña, leñador, topógrafo y otros muchos oficios.
 
Durante el año l994, con la inauguración del hotel Moka, en la comunidad montañosa de Las Terrazas, comenzó su carrera como músico profesional, para amenizar las veladas nocturnas en ese centro turístico.
 
Más tarde su primer cd Guajiro natural le abrió las puertas de la fama y lo convirtió en un verdadero suceso musical al concederle los discos de oro de platino, sus principales lauros.
 
Francia, Portugal, Holanda México,  Colombia y Venezuela son algunos de los países donde se convirtió en un favorito de multitudes, una especie de ícono popular.
 
Tres años después de su fallecimiento su música sigue siendo aplaudida en los más diversos escenarios y sus seguidores preservan la obra del cantautor de formación autodidacta que compuso más de cien canciones, la mayoría de ellas dedicadas al amor.
 
 
El grupo Polo Montañés, integrado por muchos de los músicos que lo acompañaron en sus presentaciones en las terrazas y durante sus giras por América Latina y Europa,  recrea sus más famosos temas, además de interpretar muchas de los textos inéditos de  Polo.
 
Mientras, en la casa museo que lleva su nombre,  personas de las más diversas latitudes buscan entre recuerdos y fotografías al autor de un montón de estrellas que regaló al monte nuevos sonidos y nos dejó su recuerdo con aroma a tierra y a la fragancia de las más diminutas flores silvestres.
 

 

Las islillas que rodean a Cuba atesoran valiosas historias y pasajes de la vida de relevantes personalidades, en una de ellas Ernest Hemingway encontró inspiración para escribir algunas de sus más notorias creaciones. 

CAYO CASIGUAS: PASEO POR LA VIDA DE ERNEST HEMINGWAY

POR ADALYS PILAR MIRELES

Cayo Mégano de Casiguas, la isleta cubana que acogió a Ernest Hemingway durante la segunda guerra mundial, revela pasajes desconocidos de la vida del famoso novelista estadounidense.

La islilla - una de las 160 del archipiélago Los Colorados- que refugió al Premio Nobel de Literatura mientras intentaba detectar submarinos alemanes en el golfo de México, es visitada ahora por turistas y navegantes.

Situada al norte de esta occidental provincia, fue acondicionada para mostrar a los visitantes los encantos de este sitio y las huellas de la presencia de Hemingway quien lo bautizó como Cayo Paraíso.

Luego de cumplir su misión antifascista, el autor de “Adiós a las Armas” prosiguió sus viajes hasta el asolado escenario en su barco de pesca junto a su ayudante Gregorio y su esposa Mary.

Allí solía escribir en la madrugada a la luz de las velas tras días de bojeo por el enclave y exploraciones a lo largo de unos cuatro kilómetros de playa.

El Cayo, que le obsequió gran parte del realismo logrado en su novela “El Viejo y el Mar” , atesora aún muchos recuerdos del destacado escritor, que estuvo allí en varias ocasiones durante la primera mitad del siglo pasado. En este lugar nació también su novela Islas en el Mar, publicada póstumamente.

Localizado frente al estrecho de La Florida , a unos 110 km al oeste de La Habana, Paraíso sobresale también por sus blancas dunas, la belleza de sus fondos marinos y la proximidad de abundantes arrecifes coralinos.

Después de permanecer varias décadas en silencio, el cayo muestra episodios poco conocidos del narrador, que consideró a Cuba como su segunda casa y a esta porción de tierra como su refugio predilecto.

 

ap

A más de un siglo de su muerte, José Martí es recordado aún por los cubanos como una de las figuras cimeras de las letras y la historia insulares, pero la original invención de un horticultor japonés es, sin dudas, uno de los más sui géneris homenajes al Héroe Nacional de Cuba.

El Lirio martiano

Pinar del Río, Cuba. Desde mediados del siglo pasado florece en este  extremo del país, el lirio José Martí, considerado una de las más originales ofrendas al Héroe Nacional de Cuba.


En el Orquideario de Soroa (el mayor de la Isla) crece esa variedad, fruto de la imaginación del famoso horticultor japonés Kenji Takeuchi, fallecido en 1977.


La flor, identificada entre muchas por sus abultados pétalos blancos, es un híbrido obtenido a partir de dos especies endémicas del archipiélago  mediante la técnica botánica convencional.


El  abogado español Tomás Felipe Camacho era el dueño de ese sitio, donde fallecieron numerosas especies antes de la llegada de Takeuchi, con amplio dominio de las técnicas de cultivo.


A sus manos de artífice debemos el diseño y creación de los peculiares jardines, monumento natural a la llamada aristócrata de las flores.


Pero sin dudas, una de sus más singulares obras fue el lirio José Martí que se integró a la abundante vegetación de la zona en 1953, año en que se cumplían cien años del natalicio de José Martí.


Días de incertidumbre y desasosiego precedieron a su original tributo, hasta que vio la luz entre la tupida floresta de la zona.


Desde entonces, el lirio martiano sobresale por su inconfundible apariencia nívea en las cimas de Soroa, donde crece de forma silvestre.


En las montañas de Viñales, aflora también la silueta del maestro, como otro de los enigmas de estas elevaciones que datan del período jurásico.

Las cimas parecen evocar al pensador en una simbiosis casi poética de rasgos e insinuaciones que concitan la admiración de lugareños y visitantes, al convertirse en otro singular  homenaje de la naturaleza al insigne escritor y patriota.

 ap

 

Vueltabajo, la región más occidental de Cuba, es internacionalmente famosa por la excelencia de sus vegas tabacaleras, también por la belleza de sus paisajes entre los que sobresale el Valle de Viñales, que ha viajado por el mundo en los lienzos de afamados artistas.

Pero esta tierra es conocida también por la exquisitez de uno de sus licores: La Guayabita del Pinar, así que los invito a conocer algo sobre su historia y a degustarlo si tienen la oportunidad.

 

Una pequeña frutilla de apenas centímetros da vida a un antiguo licor que celebró el primer siglo de su bautizo con el nombre de La Occidental: Guayabita del Pinar.

La planta, símbolo de este extremo del país, crece a la sombra de los extensos pinares de las serranías que serpentean la costa norte de la región.

Cuentan que desde épocas remotas los habitantes de estas tierras descubrieron los poderes de la curiosa especie(Psidium Salutare)con la que se elabora un ron artesanal de agradable sabor.

La fuerte bebida de unos 40 grados era preferida por los vegueros de la zona para mitigar el frío durante las primeras horas de la mañana.

Con el paso de los años se convirtió en un rito ofrecer el tradicional preparado a personalidades distinguidas y brindar con él en festividades y ocasiones especiales.

La reputación del licor que se obtenía de manera rústica en diversos sitios de la Vuelta Abajo propició la edificación de una modesta fábrica en esta ciudad, (distante unos 140 km de La Habana) a finales del siglo XIX.

Pero no fue hasta el tres de marzo de 1904 que se inscribió en el libro de marcas y patentes con el nombre de La Occidental.

En una fecha tan temprana como el año 1911 obtuvo el Gran Premio en la Exposición Licores Cubanos celebrada en La Habana y poco después (1925 ) la medalla de oro en la feria internacional de Roma.

De entonces a la actualidad son numerosos los reconocimientos conquistados por las dos variantes de La Guayabita del Pinar ( seca y dulce ) cuya producción de unas 60 mil cajas anuales está mayoritariamente destinada a la exportación.

Cerca de un centenar de turistas recorren cada día a una de las manufacturas licoreras más pequeñas del mundo, donde la fase de preparación es aún totalmente artesanal.

En centenarios toneles reposa la maceración de dos a tres meses hasta obtener el apetecido líquido, venerado por los habitantes de esta provincia desde tiempos lejanos.

A pesar de sus años, la Guayabita del Pinar se reafirma su valía que evoca el arraigo de una tradición centenaria, sólida como el ron más fuerte y aromática como la más delicada hoja de tabaco.
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El comentario de una colega (Zenia) sobre los caprichos del clima y las bruscas variaciones de la temperatura, que nos obligan a los cubanos a vivir prácticamente en dos estaciones paralelas (invierno por la noche y verano por el día), me recordó otra de las muchas curiosidades de la naturaleza, entre las que sobresalen estas extrañas revelaciones sobre las orquídeas.
 
 
 
 
Quizás muchos ignoren y otros duden que la indiscutible dama del reino vegetal, admirada por su elegancia y  colorido tenga una estrecha relación con los órganos sexuales de algunos animales.
 
El descubrimiento data de varios siglos antes de nuestra era, cuando el naturalista griego Teofrasto,  notó la extraña similitud entre el aparato reproductor de los perros, y las dos peloticas arrugadas que tienen en la base ciertas variedades de orquídeas europeas.
 
El estudioso fue el primero que  nombró a la hermosa flor, con su curioso pétalo modificado, a partir del vocablo orchis, que en español significa testículos.
 
La denominación se extendió con rapidez y después de dos mil años o un poco más, se sigue utilizando para designar un género de orquídeas que crece aún en Europa, además de integrar  el nombre de la familia más numerosa del reino vegetal ( orchidaceae ).
  
A la delicada planta, se le concedió desde épocas remotas,  un sitio prominente en libros de medicina y de hierbas, porque se presumía que la forma de sus tubérculos era  fuente de  propiedades afrodisíacas inigualables.
 
Además de la literatura especializada, famosas obras de renombrados escritores como el inglés Willian Chakespeare, hacen mención a ella por su nombre o con rebuscadas metáforas.
 
Desde tiempos inmemoriales la imaginación popular hizo brotar mitos y teorías tan  inverosímiles como las  que consideraban que las orquídeas crecían sólo en lugares donde las reses, ovejas y caballos se apareaban y derraman semen.
 
Otros creyeron que el bulbo de estas atractivas especies, podría influir en el desarrollo de los órganos sexuales masculinos, incluso documentos de carácter científico como varias doctrinas botánicas del siglo anterior, tratan de demostrar la veracidad de tan codiciadas cualidades.
  
Pero lo cierto es que ninguna de esas hipótesis pudieron confirmarse, pues hasta la fecha la vainilla es la única prueba del empleo de la cautivadora flor con  otros fines que no son los ornamentales.

Las orquídeas proliferan en todas las latitudes y altitudes, aunque por lo general presentan mayor diversidad en los contextos tropicales y subtropicales. 

En Cuba viven unas 313 especies- de las más de 25 mil que existen en el mundo -,   la mayoría de ellas localizadas en este extremo del país, en áreas montañosas de la Sierra del Rosario y la Península de Guanahacabibes,  y en pendientes de la  Sierra de los Órganos.

No  obstante, equipos de especialistas investigan su presencia en otros sitios de esta provincia.

El inconfundible olor de la orquídea Chocolate y la apariencia de la variedad conocida como Rana, dan nombre a las dos especies,  consideradas endémicas locales, por ser exclusivas de esta zona del planeta.

Especialistas afirman que más del 70 por ciento de los ejemplares descubiertos en  esta  región del archipiélago cubano, crecen en troncos de árboles y arbustos.

Aunque sus flores producen numerosos frutos, las condiciones climatológicas adversas, disminuyen su reproducción de forma natural, por ese motivo, avanzan en la isla programas de producción de vitroplantas, que permiten multiplicar a gran escala especies en peligro de extinción, para devolverlas después a la naturaleza en cantidades muy superiores.

El Orquideario de Soroa, importante vergel de la mayor de las Antillas, radicado en el occidente de Cuba,  es la institución científica que dirige los procedimientos de biotecnología con fines conservacionistas.

En este exuberante jardín se preservan unas 700 especies de orquídeas cubanas y exóticas, sembradas a cielo abierto o en umbráculos especiales.

Las primeras orquídeas llegaron a Soroa en l948, importadas por el propietario del lugar el acaudalado español Tomás Felipe Camacho, considerado en Cuba la persona con mayores conocimientos sobre ese fascinante mundo de colores y fragancias.

En el hermoso paraje se conservan aún valiosos ejemplares de los siglos XIX y XX, reliquias de este sorprendente sitio, devenido monumento natural a uno de los más curiosos y  atractivos exponentes de la flora mundial.

Poner a las niñas y los niños primero

Poner a las niñas y los niños  primero

Alexandru Rosu no es un nombre famoso, de esos que llenan teatros y ocupan las primeras planas en los grandes diarios del mundo, quizás escasamente conocido para sus amigos más cercanos y su familia.
Lo encontré casi por casualidad mientras leía al azar (Voices of Youth online journal) las impresiones de varios pequeños sobre los derechos de la niñez y su visión acerca de los anhelos de las chicas y los chicos en muchos rincones del mundo.
Poner a las niñas y los niños primero es el reclamo del adolescente rumano que ansía con la absoluta sinceridad de sus años, mayores oportunidades y espacio en un planeta de paz y equidad.
En su opinión la tierra no es un sitio suficientemente bueno para ellos “porque hay lugares donde son discriminados por las más estúpidas razones, porque hay lugares donde los infantes no tienen acceso a la alimentación ni a la información”.
Su edad no le impide cuestionar la clase de mundo que los adultos construimos y las numerosas ocasiones en que se ignoran sus propias necesidades como seres humanos, especialmente protegidos por convenciones y declaraciones.
“No podemos jugar a consecuencia de las guerras” lamenta en su misiva, pero esa es sólo una de las más insignificantes secuelas de los conflictos bélicos que estallan con absurdos o rebuscados pretextos.
Su clara percepción del presente no le permite aún entender, por qué esas situaciones existen y aún más difícil le resulta comprender por qué “debemos sufrir las consecuencias de algo que las niñas y los niños no hemos provocado”
La Declaración de los Derechos de la Niñez, fue promulgada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en Ginebra el 20 de noviembre de 1959.
El derecho a un nombre y a una nacionalidad, a la alimentación y a la educación obligatoria y gratuita, sobre todo durante las etapas elementales, son reclamos de documento, muchos de ellos quimeras para los sectores más marginados del planeta.
El documento afirma que deberán beneficiarse de la seguridad social, de crecer con buena salud, con este fin se le proporcionarán cuidados especiales, incluso atención prenatal y postnatal.
El texto ampara de manera especial a los que tienen discapacidades físicas o mentales y a los que no pueden crecer bajo el cuidado de sus padres.
Estas prerrogativas son un hecho casi común y cotidiano en esta Isla, una realidad que descuella cuando la comparamos con la situación de la niñez y a la adolescencia en países subdesarrollados, e incluso en algunos del llamado primer mundo, opinan cubanas y cubanos.
Las cifras de pequeños subalimentados (unos 600 mil millones viven en la más absoluta pobreza) las estadísticas de los que trabajan desde edades muy tempranas en América Latina y otras regiones, delatan por sí mismas la necesidad de poner en práctica los preceptos contenidos en la declaración.
En la actualidad más de un millón de niñas y niños están infectados con el SIDA, 300 mil son obligados a empuñar las armas en conflictos en los que dos millones de ellos ya han perdido la vida en sólo una década.
La responsabilidad no es de una persona ni de un gobierno sino de todos y cada uno de nosotros, afirma Alexandru.
Quien quiera que sea y donde quiera que esté sé que muchos apoyan el justo reclamo del adolescente rumano de poner a las niñas y los niños primero.



Por un 2006 de sonrisas para la niñez

Por un 2006 de sonrisas para la niñez

Este 2006 muchos hombres y mujeres del planeta despertamos con la esperanza de vivir un año de mayor dicha para la especie humana.
El 2005, plagado de desastres, fue responsable de la muerte de al menos 350 mil personas por fenómenos de tipo natural, entre los más devastadores figuran el tsunami que sacudió el sudeste asiático y el terremoto del ocho de octubre en Pakistán.
Mientras las tormentas tropicales y los huracanes asolaron diversas regiones al causar un elevado número de muertes y pérdidas económicas millonarias.
Supuestas guerras preventivas amenazan con destruir la felicidad de los más chicos y su familia.
Los conflictos armados parecen no tener fin mientras los niños continúan siendo víctimas de esas conflagraciones, entre otros flagelos como el trabajo infantil, el hambre y la insuficiente asistencia médica.
Los que vivimos en esta isla, en especial las madres, miramos con desconsuelo las cifras de los que van al trabajo en vez de ir a la escuela y de aquellos a quienes se les privan de sus más elementales derechos.
Por eso, aunque el 2005 dijo adiós sin que muchos gobiernos lograran hacer cambios significativos para traer paz y mayor dicha, en especial a los más pequeños, los más optimistas soñamos con un futuro y un presente donde sean posibles las reivindicaciones que la humanidad espera,con un futuro y un presente que no ensombrezcan la sonrisa de mi hijo ni la de muchos otros que corren por el mundo.




Ahora cuando muchos celebran la llegada del nuevo año, les regalo esta nota sobre las múltiples bondades y secretos de las flores, presentes en las más diversas festividades humanas.


Secretos de las flores: simbiosis de perfección y expresividad


Famosas por sus poderes para acercar amores y revelar los más disímiles sentimientos, las flores nos sorprenden aún con curiosos significados que oscilan entre la pasión y el odio, la afinidad y el desprecio.
Vida, belleza, desánimo, muerte, soledad, pero sobre todo amor, puede expresarse mediante delicados pétalos, cuyo lenguaje es conocido desde la antigüedad.
Este secreto, contado de madres a hijas, tuvo su esplendor en el romanticismo y en la actualidad da vida a una suerte de sabiduría popular asociada al enigma de las plantas y a los poderes de sus fragancias, colores y combinaciones.
Según esos códigos, la rosa roja es sinónimo de ternura, la amarilla de amistad, la blanca de miedo, la rosada de indecisión, mientras la margarita simboliza inocencia y pureza; la gardenia, alegría; y el clavel, distinción.
Los arreglos se emplean también como eficaz recurso expresivo al mezclar distintas variedades, colores, y accesorios.
En algunos países la unión de rosas en miniatura con margaritas significa que "sus cualidades sobrepasan sus encantos”, mientras la mezcla de rosas amarillas con hiedra expresa la ruptura de una amistad.
Paralelamente al conocimiento transmitido por “herencia”, surgen numerosas teorías que intentan relacionar estados de ánimo y sentimientos con la tonalidad y características de cada especie florecida.
Entre los estudiosos de ese fascinante universo, destaca el Doctor Pedro Jesús López Trabanco, investigador del Orquideario de Soroa (ubicado en este extremo del país) quien se dedica a explorar los supuestos mensajes de las plantas cubanas.
El experto describió el significado de más de un centenar de variedades oriundas de La Isla y otras exóticas, hasta llegar a un total de 500, análisis que enriquece las hipótesis sobre este enigmático juego de perfección y expresividad.
La investigación hace énfasis en los ejemplares que habitan en esta provincia cubana, conocida como el jardín de Cuba por la exhuberancia de su flora.
Sobresale en su pesquisa la orquídea negra (nativa), que representa el luto pues sus flores son de color pardo intenso, casi rozando el negro, así como la orquídea sin hojas (deudrophylla lindenni) asociada a la excentricidad por la ausencia total de ese complemento verde.
Otra de las curiosidades estudiadas es la cuaresma (endémica) de pétalos muy elegantes pero extremadamente pequeños por lo que se relaciona con el detalle.
La mariposa (flor nacional) aparece también en la investigación del estudioso como símbolo de libertad.
López Trabanco comenta que la exquisita fragancia y belleza de sus flores blancas llamaron la atención de los botánicos desde épocas remotas, pues su nombre en griego –hedychium coronarium- significa fragante y nieve.
Así desde la antigüedad, los humanos identifican sus emociones y deseos con una de las más acabadas creaciones de la naturaleza en una simbiosis casi poética de inspiración y fantasía para lograr el milagro de “hacer hablar a las flores”.
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Foro Roncali: triunfador de huracanes

Foro Roncali: triunfador de huracanes


Por Adalys Pilar Mireles

Con más de un siglo de existencia, el faro Roncali, en el punto más occidental de Cuba, devino monumento a la perseverancia al burlar a centenares de huracanes y fenómenos naturales con su frágil estructura de rocas calizas y rústicas técnicas de albañilería.
De 1900 a la actualidad azotaron a la región unos 138 ciclones, más de la mitad de ellos de gran peligrosidad, los que rozaron su base sin dejar secuelas en la añeja edificación, típica del período colonial.
El centinela, situado en el último refugio de los aborígenes que habitaron la Isla, guía con sus destellos a miles de embarcaciones que navegan por las aguas del Mar Caribe y el Golfo de México.
Construido en la segunda mitad del siglo XIX, distingue a la apartada demarcación que lo acoge, al erigirse hasta una altura de 33 metros sobre la extensa llanura cársica de la Península de Guanahacabibes.
Estudios históricos revelan las azarosas faenas de sus artífices, la totalidad de ellos emigrantes chinos y esclavos africanos, quienes desafiaron la agreste topografía del terreno, salpicado de rocas acantiladas y diente de perro.
En sus proximidades subsiste aún la cantera original de la que se obtuvo la materia prima para su construcción, con procedimientos similares a los empleados en el Castillo del Morro, símbolo de la capital cubana.
La torre, que conserva aún sus elementos originales, es un obligado punto de referencia en el límite oeste de La Mayor de las Antillas, pues la luz que emite puede ser apreciada a unos 30 kilómetros de distancia con una frecuencia de dos destellos cada 10 segundos.
Desde los farallones que bordean al faro asoman las dunas de cerca de 20 playas y la tupida vegetación de una de las últimas selvas tropicales del área caribeña.
Este añejo guardián sobresale como uno de los más famosos habitantes de la zona, conocida también como “El Cabo” y declarada Reserva Mundial de la Biosfera en 1987.
A sus pies yacen tesoros de épocas pasadas, entre ellos sitios arqueológicos asociados a la presencia de los llamados mesoindios antillanos.
A sólo metros perviven sorprendentes paisajes costeros y singulares vistas subacuáticas adornadas con jardines de gorgóneas y arrecifes coralinos, donde predomina la variedad negra, a salvo a pesar de los recientes azotes de organismos tropicales.
Pese a sus 154 años de vida, el Faro Roncali conserva sus funciones como uno de los principales guardianes marítimos de Cuba y una de las reliquias del archipiélago por su perseverancia.
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Mantua: ¿una ciudad italiana en Cuba?

Mantua: ¿una ciudad italiana en Cuba?

 

Por Adalys Pilar
Probablemente oculta entre los canales marinos del límite noroeste cubano, yace la verdadera historia de Mantua, una demarcación que tras siglos de existencia busca aún la certeza de sus raíces y la identidad de sus fundadores.
   Cosarios o piratas, lo cierto es que la tradición oral atribuye a navegantes procedentes de la península itálica, la fundación en el siglo XVII de un villorio en ese extremo occidental de Cuba, a unos 200 km de La Habana.
   Mantua fue el nombre escogido para el asentamiento, en honor al bergantín en que viajaban o a Mantova, la provincia de Lombardía, identificada como uno de los posibles lugares de procedencia de los visitantes.
   Las causas exactas del arribo se ignoran, pero la versión más conocida refiere el naufragio del navío después de arremeter contra la barrera coralina que resguarda el litoral, causante de innumerables accidentes marítimos.
   Historiadores aseguran que esta anécdota popular resulta creíble, pues aunque no se hallaron hasta ahora vestigios de la embarcación, sólo tripulantes expertos son capaces de sortear el cinturón de arrecifes de la faja costera.
   Los sobrevivientes, como buenos marinos, se establecieron primero en las cercanías de la costa, hasta adueñarse de una extensa hondonada a orillas del río más caudaloso de la comarca, rodeado de fértiles vegas y colinas.
   La colonización española prácticamente no había tocado a las puertas de ese remoto paraje en el momento de la llegada, por lo que es probable que el lugar estuviera totalmente deshabitado.
   Aunque en los libros parroquiales aparecen registrados cerca de veinte apellidos italianos, la familia Pitaluga es una de las pocas de origen itálico que reside en esta localidad.
   Para los descendientes de Antonio Pitaluga, no hay dudas de la procedencia de sus ancestros, porque durante varias generaciones se escucharon las historias de Italia y los detalles de la aventura en la travesía por el Océano.
   La devoción por la Virgen de Las Nieves, es otro de los legados indiscutibles de los hijos de la nación del sur europeo.
   Esta veneración es original de la Basílica Santa María La Mayor, la primera y más antigua de Roma y de Mantova, mientras en Cuba es exclusiva de este lugar.
     Los fundadores debieron contagiar con su fervor religioso a colonos españoles y de otras latitudes, que se establecieron más tarde en ese poblado, hasta convertir esa creencia en una tradición popular. 
   Enrique Pertierra es uno de los hijos de la sui géneris demarcación que investiga entre antiguos documentos de la etapa colonial algunas pistas sobre la procedencia de los fundadores.
  “Las evidencias más fuertes están bajo el agua”, asegura el estudioso
   El pequeño poblado fundado a orillas del mar devino uno de los 14 municipios de esta occidental provincia. 
   La base económica fundamental de Mantua es la agricultura  que aprovecha casi el 52 por ciento de los suelos, la mayoría de ellos dedicados a la siembra de tabaco, cultivo típico de este extremo del país.
  A varios siglos de su fundación, el origen italiano de Mantua es defendido por las generaciones actuales, que pese a las pruebas existentes y a la fuerte tradición oral, aún buscan mayores evidencias de su origen y la certeza de su paternidad.