Cuba: fiesta de orquídeas y escapularios en la Sierra del Rosario
Por Adalys Pilar Mireles
La floración de las orquídeas engalana por estos días a la Sierra del Rosario, la más antigua reserva de la biosfera de Cuba, que en los meses de abril y mayo muestra todo su esplendor.
Junto al copioso florecimiento de la “dama del reino vegetal”, el pájaro carpintero escapulario prepara sus nidos para perpetuar la curiosa subespecie, típica de estas cimas del occidente cubano.
La proximidad del período estival favorece la aparición de millares de flores en ese macizo, situado a unos 70 kilómetros de La Habana. En esta región se encuentra el Orquideario de Soroa, mayor jardín de su tipo en el país, que abriga a unas 700 especies de las más diversas latitudes.
El vergel, con más de medio siglo de fundado, cobija a plantas exclusivas de la zona, que se reproducen allí de forma natural y mediante los procedimientos de la biotecnología vegetal.
Mientras las orquídeas lucen sus retoños, el animalito de unos 20 centímetros, prepara su morada en el interior de los troncos de los árboles, de cuyos orificios extrae larvas e insectos que les sirven de sustento.
Se trata de una variedad endémica de Cuba, el colaptes auratus chrysocaulosus, que puede verse con relativa facilidad en esas alturas, aunque resulta escasa en el resto de Cuba.
El pájaro sobresale entre la floresta del sitio, donde habitan más de cien especies de aves, por su peculiar hábito de agujerear los arbustos del lugar, refugio de unas 800 especies botánicas.
El nombre de Escapulario lo debe al adorno negro de su pecho en contraste con una garganta vino y las tonalidades pardo cenizas del cuerpo. Este ejemplar, uno de los tesoros del archipiélago, pertenece a una familia de más de 200 especies, reconocida por sus habilidades para trepar árboles y perforar la madera para obtener alimentos.
En la Isla vive también el carpintero real, cuyas poblaciones crecen en regiones como la Ciénaga de Zapata, el mayor humedal del caribe insular y en la Península de Guanahacabibes, situada en el límite oeste del país.
La estación primaveral adorna a la Sierra del Rosario, que reluce con el colorido de sus orquídeas y el revoloteo de los escapularios en busca de los mejores sitios para anidar. ap
8 comentarios
María Elena -
Zara -
Seu blog esta como sempre muito bom.
Abraço
Zara
Ronald -
zenia -
Estuve en la pàgina de Noa, pero no pude acceder a ella.Mañana serà.
Anónimo -
Isabel -
Noa con las mujeres en la sombra -
Me encantan los animalillos y la flora y toda la naturaleza en especial.
Gracias por enseñarme un poco más tu isla bella.
Saluditos!
Ariel -
Saludos y suerte