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Espectáculo de cangrejos rojos en península cubana

 

Pinar del Río, Cuba, 12 mar (PL) Millares de cangrejos rojos emigran hoy desde el bosque hasta las costas de Guanahacabibes, espectacular viaje por la península cubana en busca del sitio ideal para su ritual de apareamiento.

  Los crustáceos sorprenden a los visitantes al invadir La Bajada y otros escenarios del occidental paraje, distinguido con el título de Reserva de la Biosfera.

Para muchos recién llegados la aparición de las interminables hileras de animales rojizos es interpretada como un aviso sobre la existencia de un territorio casi virgen en el extremo oeste de la isla.

En los meses de marzo y abril, con la llegada de las primeras lluvias, comienza la migración de los cangrejos rojos (Gecarcinus ruricola) a quienes por lo general se les concede "el derecho de vía", en un lugar amparado por regulaciones y proyectos conservacionistas, aseguraron a Prensa Latina expertos del Parque Nacional radicado en esos predios.

Considerados limpiadores de la naturaleza por alimentarse de detritos, protagonizan una larga travesía hasta llegar al litoral, destino para la fecundación, explicó el investigador Abel Rojas.

Finalmente, las hembras regresan nuevamente al mar con el propósito de depositar los huevos en la orilla, que acoge también a tres especies de tortugas marinas durante la etapa de desove.

Poco después -añadió- los cangrejitos siguen el rastro de sus progenitores hacia las profundidades de la zona boscosa.

El largo peregrinaje para dejar descendencia ocurre sólo en esta época del año, luego regresan a las entrañas del monte.

La acumulación de tungsteno confiere a los cangrejos un color rojizo y también propiedades tóxicas, por lo que no se recomienda su ingestión por el hombre.

En busca de la costa sortean obstáculos como las pisadas de distraídos caminantes y el tránsito de vehículos por caminos y carreteras.

El espectáculo es casi exclusivo de la apartada localidad, distante unos 200 kilómetros al oeste de La Habana.

Otra de las zonas de Cuba donde ocurre una invasión similar por la cantidad de individuos es la Ciénaga de Zapata, mayor humedal del Caribe insular.

Famosa por sus deslumbrantes escenas marinas, donde asoman farallones y el diente de perro, la península de Guanahacabibes abriga a más de 200 especies de aves entre residentes y migratorias, venados, iguanas y jutías.

En la demarcación sobrevive una de las últimas selvas del área caribeña y abundantes vestigios de los aborígenes cubanos.

 ap

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