El recuerdo de Polo Montañés acompaña a muchos cubanos. Tras su fallecimiento a consecuencia de un accidente automovilístico, en su tierra natal preservan sus más preciados legados y rescatan algunas de las melodías que compuso y no tuvo tiempo de interpretar.
Entre colinas y aromas del monte nació la historia de Polo Montañés, de la tierra brotó su voluntad y del amanecer guajiro, la magia de sus canciones. Sus manos delatan su origen y sus letras, los sueños de más de cuatro décadas.
Mirando y escuchando, aprendió a hacer melodías, en un acordeón pequeño vio surgir los primeros sonidos y en un intrincado valle encontró su destino y su principal fuente de inspiración.
Junto a su padre, con su guitarra campesina de tres cuerdas dobles, recorrió todos los sitios cercanos al Brujito, pueblo de nombre mítico donde vivió hasta la adolescencia.
Al principio, los cueros de las tumbadoras, fueron su gran pasión. Más tarde, a los doce años entonaba las letras de tonadas campestres y poco después ya era el líder del grupo de la familia, que amenizaba serenatas, cumpleaños y despedidas por las abruptas serranías del occidente de Cuba.
Desde entonces la música fue su inseparable compañera en las noches de guateques y su mejor bálsamo tras largas jornadas de trabajo como machetero en los cortes de caña, leñador, topógrafo y otros muchos oficios.
Durante el año l994, con la inauguración del hotel Moka, en la comunidad montañosa de Las Terrazas, comenzó su carrera como músico profesional, para amenizar las veladas nocturnas en ese centro turístico.
Más tarde su primer cd Guajiro natural le abrió las puertas de la fama y lo convirtió en un verdadero suceso musical al concederle los discos de oro de platino, sus principales lauros.
Francia, Portugal, Holanda México, Colombia y Venezuela son algunos de los países donde se convirtió en un favorito de multitudes, una especie de ícono popular.
Tres años después de su fallecimiento su música sigue siendo aplaudida en los más diversos escenarios y sus seguidores preservan la obra del cantautor de formación autodidacta que compuso más de cien canciones, la mayoría de ellas dedicadas al amor.
El grupo Polo Montañés, integrado por muchos de los músicos que lo acompañaron en sus presentaciones en las terrazas y durante sus giras por América Latina y Europa, recrea sus más famosos temas, además de interpretar muchas de los textos inéditos de Polo.
Mientras, en la casa museo que lleva su nombre, personas de las más diversas latitudes buscan entre recuerdos y fotografías al autor de un montón de estrellas que regaló al monte nuevos sonidos y nos dejó su recuerdo con aroma a tierra y a la fragancia de las más diminutas flores silvestres.
6 comentarios
Laura -
Rocinante -
Belkys -
Pasa por mi blog que te dejé allí una tareíta. debes responder...sigo en el Hotel...
adalys -
Hannah, me alegra mucho que estés de vuelta. Te extrañamos.
Un beso a las dos.
Hannah -
Hannah
Zenia -